Antes de responder a esta pregunta, te propongo reflexionar por un momento sobre cómo lo hacen las empresas de mayor éxito, aquellas que se comen la mayor parte del pastel.
Carrefour, Booking, Repsol, Mc Donald’s, Leroy Merlín, Decathlon, Vitaldent, Starbucks, Ginos… y la lista podría ser eterna.
Desde hace años, todas estas grandes empresas utilizan programas de recompensas con los que premian a sus clientes ofreciéndoles ofertas exclusivas, descuentos y regalos.
¿Tú crees que estos gigantes empresariales tienen necesidad de hacer descuentos?
Por supuesto que no. Si lo hacen, es porque les resulta increíblemente rentable.
Así que… ¡sí! La respuesta es: rotundamente, sí. Para un pequeño negocio también es enormemente rentable implantar un programa de recompensas.
Ya te habrás dado cuenta de que estamos hablando de «fidelización». No hay nada más importante que fidelizar a tus clientes… y lo sabes.
Un aumento del 5% en la tasa de retención de clientes puede aumentar los beneficios hasta un 95%.
Un usuario fiel gasta en nuestro negocio un promedio de un 67% más que uno nuevo.
El 63% de los consumidores admite que vuelve a comprar en un mismo negocio para solicitar sus recompensas.
¿Qué puedes conseguir en tu negocio con un programa de recompensas?
Pongamos un ejemplo: has quedado con un amigo para tomar un café. Mientras pensáis dónde ir, de repente recuerdas que en la cafetería de la esquina te invitan a 1 café por cada 10 consumidos. ¡Decidido! Tú estarás feliz por esta recompensa y los dueños del negocio ¡mucho más! Porque gracias a esta estrategia han conseguido que consumas estos dos cafés en su local, que tomes un par de croissants y, además, que tu amigo les conozca y se convierta en futuro cliente.
Y todo esto… ¡a cambio de céntimos! Pues es lo que le cuesta a la cafetería regalar 1 café, teniendo en cuenta que su cliente ha consumido otros 10.
Las opciones para las recompensas son muchas y variadas.
Una óptica puede premiar con líquidos de lentillas, una tienda de ropa o calzado con un porcentaje de descuento, una peluquería puede ofrecer un corte de pelo gratis, un masajista puede ofrecer una versión reducida de uno de sus servicios (por ejemplo, un masaje con aceites especiales de 20 minutos en vez de los 60 habituales) que, además, sirve para que los clientes prueben otros servicios distintos a los que suelen consumir.
Y como el objetivo es premiar al cliente por su consumo, no es imprescindible que la gratificación esté relacionada con tu negocio, pues puede ser cualquier experiencia que le resulte atractiva, como una entrada para el cine.
Evidentemente, en todos estos casos, el cliente alcanzará el premio una vez ha consumido una cantidad mucho mayor que la del propio coste de la recompensa.
Pero no te confundas, esto no va de «regalar», sino de ATRAER para fomentar el consumo en tu negocio.
Cuando Mc Donald’s te oferta una hamburguesa a 1€ parece que la está regalando. Pero lo que esta gran cadena tiene claro es que éste es solo el anzuelo. Por supuesto, irás por la hamburguesa… pero saben que muy probablemente no te la comerás sin unas patatas, una bebida, un postre… o mejor aún, todo a la vez. ¡Ahí está el beneficio! Es lo que se conoce como «venta cruzada». Es decir, atraes al cliente con una gran oferta… y una vez ha mordido el anzuelo consumirá otros productos o servicios.
¿Te suena el 3×2 de Carrefour? Es posible que haya clientes que únicamente compren la oferta, pero lo que es seguro es que habrá muchos más que «ya que están» acabarán haciendo la compra de la semana. ¡Bingo! Eso es lo que quiere Carrefour.
Definitivamente, funciona.
Y es que al recompensar a tus clientes les incentivas a volver una y otra vez a tu negocio, impulsando tu crecimiento y generando ingresos recurrentes.
Ya sabemos que esto no es nuevo, seguro que te suena a las tradicionales tarjetas de sellos. El problema de este tipo de tarjetas es que la gente las pierde, las olvida en casa y son un derroche de papel.
Una vez más… vamos a fijarnos en las grandes empresas, ¿cómo lo hacen? En la actualidad están apostando por aprovechar la tecnología de manera inteligente para conectar con el cliente donde realmente está: en su móvil.
Y ahora es donde viene la mejor parte de todo esto. Aquí está tu trozo del pastel.
Ahora los pequeños negocios también pueden aprovecharse de la tecnología. Ahora TU NEGOCIO puede tener su propio programa de fidelización digital. Sí, en el móvil de tus clientes. Ellos y ellas se sentirán atraídos y encantados por tu recompensa y tú conseguirás que vuelvan a tu local para completar sus sellos, aumentando el consumo medio. Cliente feliz… ¡negocio feliz!
¡Métete en el bolsillo a tus clientes, como las grandes empresas!
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